“Teoría Alfa” ¿Qué es realmente?

Aunque aún resulta un tema quisquilloso, me aventuro a escribir sobre la tan famosa teoría alfa o jerarquía de dominancia que ha tenido distintas interpretaciones – o malinterpretaciones –  y ha generado ciertos abusos y maltratos hacia perrxs y otros animales, justificados en esta teoría. Una de las razones que me impulsa a escribir sobre esto, es porque sigo escuchando en muchas familias multiespecie decir frases como, “mi perro (o gato) es el alfa de la familia”, “no lo dejo subir a la cama, para mostrarle quién manda aquí”, “no dejo que salga primero por la puerta, para que me respete”, “mi perro (o gato) tiene que saber que yo mando”, etc., etc. Y estas frases o afirmaciones realmente lo que generan en un grupo es la ruptura de la confianza y el respeto.   

Por el año 1970, el científico David Mech introdujo el término “alfa” para describir la organización de un grupo de lobos, y concluyó en su momento – a partir de la observación del comportamiento de lobos en cautiverio -, que los lobos luchan y compiten para estar en el rango más alto de una manada. En su momento, otros científicos e investigadores del comportamiento se apropiaron también del término «macho alfa» para hablar de primates, conejos, felinos, incluso humanos, etc. Años después, el mismo Mech desmiente esta teoría, diciendo que su percepción fue errada, que el término “alfa” es impreciso, y que los lobos que viven en el campo abierto se comportan de una manera completamente distinta. Sin embargo, reconoce que el comportamiento de un grupo de lobos en cautiverio puede generar una jerarquía de dominancia, pero que poco o nada tiene que ver con la fuerza de un individuo queriendo dominar a otro(s).1 Aún así, a pesar del esfuerzo de muchos científicos en corregir este mal uso del término “macho alfa” o “dominancia”, su definición primaria caló muy profundo entre las personas, y pareciera un término muy “conveniente” para ciertos grupos o sujetos.

Pero si la jerarquía de dominancia sí existe, ¿qué es realmente? ¿Y qué no es? Empezaré por compartir qué no es, y desempolvar un poco todo el ruido que ha generado esta teoría.

¿Qué NO es la jerarquía de dominancia?

NO es una característica de un individuo. Por lo general, un individuo se comporta de manera muy distinta de acuerdo al contexto en el que se encuentra. En algunos espacios se sentirá más seguro y querrá liderar, y en otros se sentirá más retraído o precavido.    

NO hace referencia al más fuerte y dominante del grupo. Nadie quiere dominar a nadie, ningún perrx quiere dominar al resto, ni ocupar ese lugar de control sobre el grupo.

NO hace referencia a la agresividad2 . Lo último que se busca en una jerarquía de dominancia es la agresividad y la pelea, y si esta surge, se procura que haya la menor cantidad de violencia o afectación. De haber un alto nivel de agresividad se podría pensar en muchas otras causales distintas a la dominancia.

NO es una condición fija de un grupo. El que un grupo haya establecido una estructura de dominancia por unas circunstancias determinadas, no significa que esta estructura no pueda cambiar. De hecho, si esta jerarquía se establece y se logra identificar, es recomendable generar los cambios que el grupo necesite para reestablecer un orden más armonioso.   

Dicho esto, ¿qué es entonces, la jerarquía de dominancia?

“Las jerarquías de dominancia son una manera, seleccionada evolutivamente, desarrollada por el medio y moldeada a través de la experiencia, de limitar la agresión dentro del grupo social, estableciendo relaciones de prevalencia o estatus entre sus componentes a través de la emisión de señales ritualizadas para regular la prioridad de unos individuos sobre otros en momentos de conflicto […]. Las jerarquías de dominancia crean una disposición […] que tiende a la estabilidad y disminuye el riesgo posterior de enfrentamiento en situaciones potencialmente conflictivas, favoreciendo así la estabilidad emocional, los vínculos afectivos, y la relación colaborativa entre todos los individuos del grupo.”3

Es decir, es una estrategia empleada por un grupo, en unas circunstancias y contexto específico, para mantener la convivencia y evitar el conflicto. Es una forma de relacionarse en un grupo, en el que se le da prevalencia a una dinámica entre un sujeto y otro.

Recuerdo cuando Chihiro – una perrita que adoptamos, y recogimos de la calle (puedes leer su historia aquí) – llegó a casa, todas las dinámicas internas del grupo cambiaron. Y bajo esta definición de jerarquía de dominancia que comparto acá, considero que se puede aplicar a lo que sucedió en nuestra familia durante el año que compartimos con Chihiro. Nuestros gatos, Merlín, Maíz y Asha cedieron muchos espacios para Chihiro que antes eran de ellos, dieron un paso a un lado y se retrajeron un poco. No por miedo, o porque Chihiro se mostrara dominante, sencillamente le dieron prevalencia porque se encontraba en una condición física muy delicada y de mucha vulnerabilidad. En todo el año que Chihiro estuvo con nosotres, sólo hubo un enfrentamiento que no pasó a mayores, y el resto de los momentos evitaban pasar muy cerca o estar donde estaba Chihi; le cedieron a Chihi el único sofá de la casa; si se cruzaban, Chihiro procuraba quedar estática hasta que el otro pasaba. Le dieron un lugar a Chihiro dentro del grupo, y respetaron la decisión que habíamos tomado de adoptarla, pero nunca la incluyeron como su hermana y par. Mis gatos cedieron espacios, tomaron distancia, y llegaron a ciertos acuerdos con Chihiro para evitar el conflicto en unas circunstancias y contexto específico.  

Algunas circunstancias que hace que aparezca este tipo de estructura de dominancia son:

La escases de recursos o mal distribuidos. Los recursos en el caso de familias multiespecie, no son sólo el agua y la comida; sino también, los espacios de descanso, y los juguetes. En el caso de Chihiro, fue una adopción no planeada, y por lo tanto había una escases de recursos, que fuimos mejorando en el tiempo. Al inicio, el sofá era el único lugar de descanso, y que mis gatos decidieron cederle para evitar el conflicto.   

El espacio donde viven es muy pequeño y/o incómodo. En muchas ocasiones un espacio limitado no permite una distribución adecuada del territorio y por lo tanto transitar por él se vuelve incómodo y molesto para los integrantes del grupo.

Circunstancias de vida estresantes. Una remodelación en la casa, una mudanza, la enfermedad de algún integrante, o incluso una situación emocional difícil de alguien del grupo. El cuidado de Chihiro fue muy difícil y generó mucho estrés para todos los integrantes del grupo. En el que muchas dinámicas del grupo cambiaron para darle prevalencia al cuidado de ella.  

La necesidad de incluir a un sujeto problemático. Puede ser incluir a un recién adoptado, o sencillamente el intento por “aceptar” alguna característica problemática del algún integrante. En este caso, Chihi no era una perra problemática, pero sí llegó con unas necesidades de cuidado específicas y era necesario incluirla al grupo y abrirle un espacio, a pesar de que mis gatos no estuvieran muy de acuerdo con esa adopción.

Una vez Chihiro trascendió, la estructura de dominancia que se había establecido, se “desactivó” y retornó el orden que había anteriormente. Se liberó la tensión, se liberó el estrés. A veces pasamos por circunstancias como estas, y lo importante es identificarlas, y cambiar o mitigar las características que lo puedan estar generando.

Así que si sientes que tienes que dominar a tu perro, o ser el «alfa» de la manada para que te respeten, te invito a que des un paso atrás y empieces a trabajar en el vínculo y la confianza, para construir lo que es el verdadero respeto.

Referencias:

  1. Mecha, David. “Lobos Alfa” (23 de septiembre, 2012)  https://www.youtube.com/watch?v=KvZKi8eIWTs  .
  2. López García, Carlos Alfonso. “¡¡DOMINANCIA!! ¡Dominancia! Dominancia ¿dominancia? Ep.#75. (11 de mayo, 2022) https://www.youtube.com/watch?v=2AUJoVxylyM
  3. López García, Carlos Alfonso. (2014). “Tu perro piensa y te quiere. Entrenar perros no es como te lo habían contado”. Editorial Dogalia. pg. 277- 278.

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